Ludopatía

Lotería: un impuesto sobre las personas que se les da mal las matemáticas, Ambrose Bierce.

¿Qué es? Básicamente podemos definirla como el juego patológico. Las personas que lo padecen sienten un deseo o un impulso absolutamente irrefrenable de jugar y apostar a pesar de ser conscientes de sus costos, riesgos y consecuencias perjudiciales pero, lamentablemente, son incapaces de parar.

Existen muchas, ciertamente demasiadas, posibilidades y opciones para caer en esta conducta malsana: aplicaciones de apuestas con el móvil, apuestas deportivas, juegos de apuestas online, máquinas tragaperras, casinos, bingos, salones de juego, loterías, primitivas, quinielas, cupones, etc., así como, sus casi infinitas variantes: Quinigol, Gordo de la Primitiva, Euromillones, Bono-Loto, Cuponazo, Cupón Diario, Lotería Instantánea, poker, Súper Cupón fin de semana.

Los juegos de azar en línea se han disparado en las últimas dos décadas, gracias al auge de Internet y varios avances tecnológicos. Se prevé que el mercado mundial de juegos de azar, estimado en 711.400 millones de dólares💵 para el año 2020, alcance un tamaño revisado de 876.000 millones de dólares💵 para 2026. Y ahora, con el auge de las apuestas móviles, las personas pueden apostar en la privacidad y comodidad de su propio hogar sin que sus seres queridos tan siquiera se den cuenta.

Los videojuegos actúan como una pasarela o viaducto inesperado hacia los juegos de azar.

El juego online y las aplicaciones en el móvil eliminan barreras, horarios y lugares, están siempre disponibles 24x7, fácil y cómodamente accesibles y cuentan con interfaces de usuario cada vez más sencillas y amigables. Están a la “moda”, creciendo a niveles insospechados y parecen no tener límites.

Cómo reconocer que tenemos un problema

Para reconocer un jugador patológico podemos utilizar los siguientes criterios:

• Preocupación y excitación excesiva por el juego. Estado de ansiedad e irritabilidad cuando se intenta dejar de jugar. Se utiliza el juego como válvula de escape ante los problemas y dificultades o para celebrar algún evento positivo como un cumpleaños, aniversario o celebración. Se abandona las obligaciones y responsabilidades para jugar: se falta al trabajo, se cancelan compromisos, descuida la higiene, la salud (mala alimentación, aumento en el consumo de cafeína y nicotina, vida pasiva sin practicar deportes ni actividades físicas de ningún tipo), las obligaciones familiares, etc.

• Enfrascarse tanto en el juego que se pasa del tiempo que se tenía previsto estar jugando o apostando, dejándose a un lado todo tipo de responsabilidades y compromisos y no se para hasta que se gasta todo el dinero. Cuando se pierde, se necesita ir otra vez, lo más pronto posible, para recuperarse o vengarse. Si la Diosa fortuna se aparece y se gana, también se desea regresar enseguida pero, en esta ocasión, para ganar más porque estoy en racha.
• Se miente a la pareja, familia, amigos, etc. sobre el tiempo que se pasa jugando y sobre las pérdidas económicas, con lo que la autoestima y la reputación se deterioran notable y, típicamente, rápidamente. Se pierden bienes y propiedades, se pide prestado dinero y se dilapida el presupuesto personal y familiar (pues es una adicción muy cara) e, incluso, se cometen actos delictivos como el robo y la prostitución para hacer frente a las pérdidas o permitirles seguir jugando. Se pierden o deterioran seriamente las relaciones sociales, familiares y románticas; se padecen problemas de salud física y mental como, por ejemplo, la depresión, el estrés, pensamientos suicidas, ansiedad, insomnio, úlceras, abuso de drogas, etc. y se es, básicamente, terriblemente infeliz.

Terminan enfrentándote a la ruina financiera, rupturas familiares, soledad, enfermedad y a ser un sin techo. Se vuelven ladrones, prostitutas y cometen todo tipo de actos delictivos para poder mantener este vicio.

¿Cómo podemos superarlo?

Como cualquier otra adicción es posible pero será un camino largo, tortuoso y duro. Aquí van algunas pautas:

1. No comiences a jugar a las máquinas tragaperras, casinos, tómbolas y similares. No instales en tu móvil aplicaciones de apuestas deportivas o de casino online; pueden parecer inocentes pero el juego de azar puede terminar siendo una adicción y arruinar tu vida. Si ya juegas, déjalo ahora mismo. Si piensas que controlas y que es divertido, ponte un límite de dinero y tiempo y comprométete seriamente a cumplirlo.

2. No incrementes la cantidad de tiempo y dinero que dediques al juego.

3. Reconoce la adicción, es decir, toma conciencia de que tienes un grave problema entre manos. Como puede leerse en la página Web de Jugadores Anónimos: “La mayoría de nosotros no hemos estado dispuestos a reconocer que éramos jugadores como un verdadero problema. A nadie le gusta creer que es distinto a sus compañeros. Entonces no es sorprendente que nuestra carrera de jugadores se ha caracterizado por innumerables intentos vanos para comprobar que podíamos jugar como otras personas. La idea que de alguna manera, algún día, vamos a controlar el juego es la gran obsesión de todo jugador compulsivo. La persistencia de esta ilusión es sorprendente. Muchos la persiguen hasta llegar a las rejas de la cárcel, la locura o la muerte.”

4. Busca la ayuda de amigos, familiares, profesores y, en casos más severos o patológicos, profesionales (psicólogos, terapeutas, psiquiatras, etc.) y/o de una organización tipo Ludopatía o Jugadores Anónimos.

   “Ludopatia.org es la nueva web de la asociación para la rehabilitación de jugadores patológicos y otras adicciones. El objetivo básico… es ofrecer un espacio interactivo dónde los ciudadanos, enfermos y familiares… puedan expresar su opinión y explicar sus problemas, buscar información y apoyo, sin esconderse y sobre todo para que no les escondan ni menosprecien, para facilitar la salud, la conciencia y la liberación de una red de medias verdades, mentiras y prejuicios, que tantas veces es una trampa para toda la vida.”

   Jugadores Anónimos “es un grupo de hombres y mujeres que comparten mutuamente la experiencia, la fuerza y la esperanza que ellos pueden resolver su común problema y ayudar a otros a recuperarse del problema del juego, donde puedas compartir cómo te sientes, cuáles son tus problemas y experiencias, conocer qué estrategias han utilizado otros ludópatas, comprometerte a asumir tu responsabilidad asumiendo las indicaciones o tratamientos adecuados, ayudar a otras personas adictas al juego, etc.”

5. Discierne y resuelve o palia problemas subyacentes a la adicción (problemas de pareja, en el trabajo, baja autoestima, depresión, estrés, etc.) y que la disparan.

6. Controla las finanzas personales y el dinero de bolsillo.

7. Reorganiza la agenda centrándote en la realización de actividades que fomentan los hábitos sanos, una vida activa y las relaciones sociales, es decir, evitando la soledad, el aburrimiento y el tiempo ocioso.

8. Cambia tu estilo de vida. Practica más deporte y actividades físicas al aire libre, evita el consumo de alcohol, el tabaco, los estimulantes y las drogas, mantén un ritmo de vida, duerme siete u ocho horas diarias, come una dieta sana y equilibrada, sal de ti y de tu casa, haz nuevos amigos, aprende algo nuevo, adquiere nuevas destrezas y competencias, etc.

9. Firma tu propia renuncia para prohibirte entrar en casinos y bingos.

Asume que nadie da un duro a cuatro pesetas, que el dinero realmente cuesta mucho ganarlo y que tras una publicidad agresiva, persuasiva y omnipresente, bajo la falsa apariencia del entretenimiento, se esconde una poderosa y lucrativa industria que con la ley inescrutable de la Estadística, tarde o temprano siempre obtiene pingües beneficios a tu costa y la de tus seres queridos. En consecuencia, ¡no malgastes tu dinero ni arruines tu vida!