Cualquier forma de adicción es mala, no importa si el narcótico es alcohol, morfina o idealismo, C.G. Jung.
Sera más duro antes de que las cosas vayan a mejor, pero finalmente mejorará, solo tienes que pasar por lo más difícil primero, LiveLifeHappy.
Una adicción es un trastorno cerebral caracterizado por la participación compulsiva en estímulos gratificantes (por ejemplo, la búsqueda y el consumo de drogas) a pesar de las consecuencias adversas. Conducen a problemas de relaciones personales y familiares (separación, divorcio y aislamiento social), fracaso y abandono escolar, desempleo, bancarrota, incrementa la posibilidad de convertirse en un marginado (sin techo y transeúnte) o un fuera de la ley (delincuencia y prostitución) y problemas severos de salud física y mental como depresión, ansiedad, problemas pulmonares o cardiopatías, derrames cerebrales, cáncer, hepatitis, SIDA, etc. En resumen, las adicciones arruinan vidas y destrozan familias, sin importar cuál sea la raíz de la adicción. Crean para los adictos y sus familias un verdadero infierno en la tierra.
Existen muchas adicciones, por ejemplo, alcoholismo, drogadicción, trabajólicos, ludopatía, adicción a los videojuegos, oniomanía (el síndrome del comprador compulsivo) o la adicción al trabajo. Otras adicciones que solo comentaremos pero de las que debes también cuidarte y tomarlas muy seriamente son las siguientes:
Ciberadicción es el uso compulsivo e incontrolado de ordenadores, tabletas, teléfonos móviles inteligentes e Internet hasta el punto que interfiere con la vida diaria. Las personas que padecen esta adicción pasan cada vez más tiempo online e incluso permanecen conectados cuando deberían estar haciendo otras cosas. Incluye una amplia gama de comportamientos como, por ejemplo, compras online, juegos y apuestas online, adicción al cibersexo o el uso excesivo de las redes sociales. Se ha relacionado con dolores de cabeza, transtornos de alimentación y obesidad, diabetes, depresión, ansiedad, aislamiento social, problemas matrimoniales, adicción sexual, bajo rendimiento académico y profesional, ludopatía, etc.
Adicción al sexo. Se ha asociado con personas que tienen impulsos sexuales intensos e irrefrenables, es decir, fuera de control, que se involucran en patrones persistentes y crecientes de comportamiento sexual a pesar de las consecuencias cada vez más negativas para ellos y para los que les rodean. Se produce un consumo excesivo de materiales pornográficos, juegos sexuales, geles y afrodisíacos. Es una preocupación excesiva, deseos e impulsos intentos y la realización de fantasías y comportamientos sexuales frecuentes (promiscuidad), es decir, se tiene relaciones sexuales con múltiples parejas, aventuras extramatrimoniales, exhibicionismo, sexo en público, sexo con prostitutas, masturbación compulsiva, etc.
Arruina matrimonios, relaciones, carreras profesionales y, en muchos casos, vidas (por ejemplo, el 38% de los hombres y el 45% de las mujeres con adicción al sexo padecen una enfermedad venérea como resultado.
Adicción a la televisión. Los espectadores quedan enganchados a la televisión, se dan atracones de series y programas en Netflix, Amazon Prime Video o servicios similares que les brinda un escape de la rutina diaria y del estrés. Los individuos dedican de media cuatro o más horas a ver la tele. No quieren ver tanta tele o servicios de video en streaming y, sin embargo, se sienten incapaces de reducir sus tiempos de visualización.
La adicción a la “caja tonta” está asociada con problemas oculares, malos resultados académicos, trastornos de sueño, obesidad y trastornos de alimentación, depresión, ansiedad, problemas de comunicación interpersonal, violencia, estilo de vida sedentario, etc.