Un actitud positiva y firme creará más milagros que cualquier otra droga “maravillosa”, Patricia Neal.
Alrededor de 284 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020, lo que supone un aumento del 26% respecto a la década anterior, Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Son sustancias que alteran y cambian el funcionamiento normal de nuestra mente y cuerpo, el modo en que sentimos, pensamos, reaccionamos o nos comportamos.
Pueden clasificarse atendiendo a diversos criterios:
Estimulantes: aceleran el sistema nervioso, nos sentimos con más energía, menos cansados, con mayor capacidad de alerta y concentración. Sin embargo, cuando sus efectos desaparecen, el sujeto se siente agotado, triste, depresivo, agitado, y con un fuerte deseo de más sustancia, es el mono. Los más populares son: cocaína, anfetaminas y cafeína.
Depresores: inhiben el sistema nervioso por lo que nos permiten relajarnos y dormirnos, alivian el estrés y el dolor. Algunos ejemplos son: alcohol, heroína, morfina, barbitúricos, y benzodiacepinas. En el largo plazo, disminuyen la capacidad del drogadicto para lidiar con el estrés, le producen ansiedad, insomnio, alteran su juicio, disminuyen las inhibiciones, provocan enfermedades relacionadas con el hígado y el cerebro.
Alucinógenos: alteran la conciencia, deforman nuestra percepción de la realidad produciendo imágenes, voces o sensaciones imaginarias e irreales. Distorsionan por completo tu interpretación de lo que está pasando a tu alrededor, es decir, literalmente “alucinas”. Ejemplos de alucinógenos son el LSD y el éxtasis.
Las drogas que más adicción producen son, en orden de mayor a menor: nicotina (tabaco), metanfetamina (Ice), Crack, Valium (diazepam), alcohol y la heroína.
Más importante aún, es imposible saber si la droga que consumes está adulterada con sustancias nocivas para aumentar las ganancias de los narcotraficantes y su grado de pureza o concentración, por lo que corres siempre el riesgo de una sobredosis o intoxicación al consumirlos.
Las razones son múltiples y variadas. Se consumen por curiosidad, placer, para tener experiencias nuevas, por pasárselo bien y divertirse; por la presión o influencia social:
Hay quien las toma para escapar de una realidad muy dura, para poder seguir rindiendo en el trabajo (típico del uso de los estimulantes), para aliviar estados de ansiedad y estrés o para superar la falta de confianza en uno mismo y la timidez. Los drogadictos las toman porque ya no pueden vivir sin ellas y algunos chicos impulsan a las chicas a beber más para tener sexo.
Mortalidad y problemas severos de salud
El tabaco mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son no fumadores pero están expuestos al humo de los demás. El humo ajeno ocasiona graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, como coronariopatías y cáncer de pulmón, aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante y causa complicaciones del embarazo y bajo peso del recién nacido, Organización Mundial de la Salud.
Hoy en día es ampliamente reconocido que el consumo de cocaína causa infarto de miocardio, hemorragias y trombosis cerebrales, insomnio, paranoia, alucinaciones y psicosis y graves alteraciones del estado de ánimo, a saber: irritabilidad, agresividad, ansiedad, depresión y cambios de humor.
Muchos heroinómanos comparten jeringas, lo que provoca la propagación de enfermedades infecciosas mortales (hepatitis, SIDA); oclusión de las venas, infección del endocardio y de las válvulas del corazón, abscesos y enfermedades del hígado y renales, NIDA InfoFacts, La Heroína.
Entre las consecuencias del consumo de éxtasis destacamos la depresión, trastornos psicóticos, de ansiedad y de sueño, ataques de pánico, agresividad y flash back con alucinaciones visuales o auditivas, Efectos a Largo Plazo, Guía sobre drogas, Secretaría General de Sanidad, Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Accidentes de tráfico. Las drogas y el alcohol aumentan las posibilidades de accidentes automovilísticos fatales porque afectan severamente a nuestras habilidades motoras, la percepción, la atención, la coordinación, el tiempo de reacción y al juicio. Se estima que las drogas y el alcohol provocan o están directamente relacionadas con la mitad de los accidentes de tráfico.
Trastornos fisiológicos y psicológicos: síndrome de abstinencia, convulsiones, alucinaciones, tendencias paranoicas, depresión y neurosis entre otras.
Producen un bajo rendimiento académico y profesional. Conduce, en muchos casos, a abandonar los estudios, al empleo precario por falta de una adecuada cualificación profesional, a la pérdida de empleo, endeudamiento, la economía personal y familiar se dilapida. Los problemas se acumulan y solapan: bancarrota, rupturas familiares y románticas, dependencia del estado de bienestar, ejercicio de la prostitución, criminalidad y mendicidad.
El consumo de drogas es uno de los problemas sociales más corrosivos y perversos de nuestro tiempo. Desde el deterioro y la ruptura de las relaciones personales y románticas hasta el rechazo social, pasando por la estigmatización del sujeto con la etiqueta del drogadicto y el aislamiento social. Muchos desarrollan conflictos emocionales significativos internos con niveles muy altos de tristeza, baja autoestima, ansiedad y depresión.
Conductas delictivas para sustentar el consumo. Cuando se llega a la insolvencia, se comienza a vender los enseres personales y familiares para terminar robando, delinquiendo y prostituyéndose.
Tenlo claro: ¡Los padres pueden y deben intervenir!
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