Videojuegos, cuando la afición es adicción.

Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentarse al dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor. No importa a qué sustancia seas adicto: alcohol, comida, drogas legales o ilegales o a una persona. Estás usando algo o a alguien para enmascarar tu dolor, Eckhart Tolle.

Jugar a videojuegos es gratificante, divertido y emocionante. A muchos les ayuda a relajarse y aliviar el estrés. Se están aplicando ampliamente y con éxito en la educación y en programas de entrenamiento.

Sin embargo,como la mayoría de las cosas, se trata de mantener el equilibrio en tu vida y usar el sentido común. Debes controlar el tiempo que dedicas a los videojuegos para que no se conviertan en una adicción que te robe tu tiempo y no te permita realizar cosas importantes que podrías o deberías estar haciendo, como pasar tiempo con tu familia y amigos, dormir lo suficiente, comer bien o estudiar e impida tu desarrollo personal, académico, profesional y social.

¿Cómo reconocer esta adicción?

Las características son: Pérdida absoluta de la noción del tiempo y el espacio cuando se juega. Los jugadores compulsivos no apartan la vista de la pantalla, se muestran completamente “absortos” y en “tensión”.

Preocupación excesiva por el juego y descuido del resto de actividades, típicamente las tareas domésticas, escolares y la higiene personal. Otros efectos incluyen: aislamiento social; bajo rendimiento académico o profesional; utilización del juego como método de evasión y refugio; cambios bruscos de humor, de sentimientos de euforia a los de culpa; insomnio; mentir u ocultar el tiempo que se ha estado jugando, etc.

Muchos descuidan su higiene personal, tienen malos hábitos de sueño y/o insomnio, se muestran terriblemente cansados, abandonan los deportes y otras actividades físicas, recreativas y al aire libre y eligen típicamente comer comida rápida y basura y refrescos azucarados para “no perder tiempo”.

¿Cuál es el alcance del problema?

La industria de los videojuegos en EE.UU. generó un volumen de más de 90.300 millones de dólares estadounidenses en 2019. Más de dos mil millones de personas juegan videojuegos en todo el mundo. En 2020, entre el 3% y el 4% de los jugadores de todo el mundo eran adictos a los videojuegos, GameQuitters. La adicción a los videojuegos va en aumento y millones de personas se ven afectadas negativamente en todo el mundo.

¿Qué podemos hacer al respecto?

1. La norma más básica es, como siempre, reconocer el problema.
2. Establece un tiempo de ocio dedicado a los videojuegos razonable y comprométete a cumplirlo. Algunos piensan que solo cabe dejar de jugar completamente si eres un jugador compulsivo.
3. Monitorizar a tus hijos es absolutamente esencial: cuándo, cómo y cuánto juegan, cómo reaccionan antes restricciones en el tiempo en el que pueden jugar, higiene personal, resultados académicos, etc.
4. Además, es conveniente limitar o, mejor aún, evitar los juegos de violencia gratuita y extrema y aquellos con contenido sexista o racista.
5. Identifica y trata problemas personales, emocionales o psicológicos subyacentes, como estrés, ansiedad, baja autoestima, depresión, bajo rendimiento académico, trastornos de alimentación, problemas de relaciones interpersonales, etc.
6. Busca ayuda en amigos, familiares, maestros o profesionales, por ejemplo, mediadores, psicólogos, terapeutas y psiquiatras.
7. Habla con tus hijos y escucha con atención lo que te quieran decir. Pasa tiempo de calidad con ellos, haciendo cosas que todos disfrutéis.