Averigua que te gusta hacer y encuentra a alguien que te pague por ello, Katherine Whitehorn.
La entrevista de trabajo no es sino una forma de comunicación interpersonalA la luz de todo lo dicho, ¿cómo ser persuasivo y eficaz?
- Presentación impecable. Cepíllate bien los dientes, usa hilo dental y dúchate antes de la entrevista. Debes estar bien afeitado, pelo bien peinado y limpio, uñas limpias y cortas, manos impecables, es decir, debes comprobar que estés perfectamente aseado y con ropa formal y elegante. Ellos llevarán chaqueta gris o azul, corbata bien planchada, camisa blanca y reluciente; ellas vestirán discretas y formales, con un maquillaje sutil. No es el momento de faldas cortas, blusas atrevidas ni transparencias. No te pintes las uñas con colores chillones ni extravagantes, ni lleves pendientes grandes y llamativos, no muestres tus tatuajes ni piercings.
- No fumes, bebas alcohol, ni mastiques chicles, caramelos, etc. antes ni durante la entrevista.
- LLega unos minutos antes, preséntate solo, sin compañía. No traigas a ningún amigo o familiar, así demuestras autonomía, confianza en ti mismo e independencia.
- Se puntual pero tampoco llegues demasiado pronto.
- Desconecta el móvil, asegúrate de que nadie te llame durante la entrevista.
- Demuestra seguridad, sinceridad y confianza en ti mismo saludando con un apretón de manos firme, adopta una postura adecuada y cómoda, y muestra una sonrisa auténtica. Asegúrate de tener un estado de ánimo alegre, amigable y servicial durante toda la entrevista.
- Mantén el contacto visual, pero sin molestar ni intimidar, es decir, no le mires fijamente y sin pestañear; puedes observar también el resto de la habitación, dar un vistazo a los objetos del despacho del entrevistador, etc.
- Siéntate cuando te lo digan. Adopta una posición correcta y cómoda, con la espalda derecha, pero con naturalidad e inclínate ligeramente hacia el entrevistador para mostrarte interesado y atento. No pongas los codos sobre la mesa. Evita estar encorvado, retrepado, sentado al borde de la silla (te verán nervioso, con falta de confianza en ti mismo y tus posibilidades e incómodo), ni cruces las piernas o los brazos (son posturas muy defensivas).
- No te pongas nervioso; si no puedes evitarlo, ocúltalo. No juegues con la tarjeta de visita del entrevistador, el bolígrafo, la cartera, gafas, llaves, móvil, etc. No te muerdas las uñas o los labios durante la entrevista. Evita mostrarte inquieto, ansioso o incómodo, mover las manos constantemente, estirar y doblar las piernas,… Por el contrario, respira hondo, mantén la calma y la concentración durante toda la entrevista para proyectar una imagen positiva, de alguien estable, seguro, sensato y, en consecuencia, digno de confianza.
- Antes de la entrevista, lleva copia de tu currículum y repásalo. Procura ir tranquilo y relajado. No sobrecargues el día, descansa o realiza actividades relajadas previas a la entrevista para llegar al cien por cien. Conoce la empresa y el perfil requerido con anticipación, visita su página web, estudia sus productos, servicios y competidores.
¿Y respecto al lenguaje?
- Utiliza un lenguaje sencillo y directo.
- Piensa en las respuestas pero sin demorarte en exceso y asegúrate de entender bien las preguntas.
- Muestra una actitud constructiva. No critiques a ex-jefes, ex-compañeros o a empresas en las que hayas trabajado, intenta ofrecer siempre una lectura positiva de tu historia personal, académica y profesional.
- Se sincero y honesto. Ten cuidado en este punto, especialmente en los idiomas, podrían solicitarte continuar la entrevista en cualquiera de los idiomas que “dominas”. Habla con naturalidad, responde a las preguntas lo más claramente posible y no tengas miedo de decir “no sé”. No exageres tus habilidades, cualificaciones, conocimientos o puestos y responsabilidades previas, ni tampoco te extiendas en experiencias profesionales de las que no estés especialmente orgulloso.
- Responde a todas las preguntas. No uses monosílabos ni respuestas telegráficas pero se breve, no es el momento de enrollarse, divagar y, mucho menos, aburrir al entrevistador. Procura no utilizar coletillas: no sé, bueno, o sea, ¿me explico?, ¿verdad?, etc. No te salgas por los cerros de Úbeda o por la tangente. Además, considera que negarte a contestar ciertas preguntas puede revelar zonas oscuras de tu personalidad y/o de tu historia personal, académica y/o profesional, no resueltas ni en vías de integrarlas o superarlas.
- Ante las críticas, errores y resultados negativos responde con: 1) ¿Qué has aprendido?; 2) ¿Cómo lo has superado?; 3) ¿Por qué piensas que no tropezarás otra vez con la misma piedra, que no cometerás otra vez el mismo error?
Acepta la crítica, muéstrate como alguien que está siempre dispuesto a aprender de sus errores, defectos y fracasos, como una persona inteligente y positiva que ve las experiencias y resultados negativos no como problemas ni fracasos, sino como oportunidades para aprender, crecer, motivarse y superarse.
- Muestra integridad personal. No supliques por el trabajo; una cosa es tener hambre y otra, bien distinta, es tener la boca abierta. ¡Deja que tu optimismo, carácter, ganas de trabajar, buen hacer, entusiasmo y pasión ganen el día!
- Evita hablar de la remuneración económica, vacaciones, así como, hacer referencias políticas, religiosas, étnicas o sexuales. Si procede un proceso de negociación económica en la entrevista, mantén la calma y deja siempre la puerta abierta: “Estoy muy interesado en la posición ofertada y en su empresa, estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo.”
- No charles mucho. En boca cerrada no entran moscas. Al hablar más, habrá más posibilidades de “meter la pata” y revelar más información sobre ti de la que te conviene. No cuentes nada sobre tus malos hábitos o costumbres, miedos, embarazo, antecedentes penales, estado de salud (SIDA, diabetes), etc. Escucha con atención al entrevistador, intenta imitar su estilo comunicativo, vocabulario, postura, gestos y lenguaje corporal pero con moderación.
- Utiliza un lenguaje apropiado y céntrate en los conocimientos específicos, destrezas, actitudes y la experiencia que puedes aportar al puesto. Evita el lenguaje mal sonante; en cambio, muestra educación, buenos modales y cortesía. No emplees expresiones coloquiales, localismos, muletillas (ya sabes, me refiero, claro, por supuesto, ¿me entiendes?, ¿no?, etc.). Deja para otra ocasión los chistes, las bromas, la ironía o el sarcasmo (pueden ser fácilmente malinterpretados), así como, cualquier comentario racista, sexista, homófobo o negativo. Utiliza gestos y lenguaje corporal, pero asegúrate de que sean naturales, sinceros y contribuyan a que la comunicación sea más efectiva.
- No bajes la guardia en ningún momento de la entrevista.
- Al final, expresa tu agradecimiento por la oportunidad y el tiempo que se te ha brindado al realizar la entrevista. Típicamente te preguntarán: ¿Tiene usted alguna pregunta? Si respondes que no, puede ser interpretado como que manifiestas cierta apatía, desidia o no estar demasiado interesado. Aprovecha para preguntar sobre la empresa, el puesto de trabajo a desempeñar, cómo puedes informarte sobre el resultado de la selección de personal o qué áreas cree el entrevistador que debes mejorar.
- La práctica hace maestros. Escribe en Google “preguntas entrevista trabajo” y reflexiona sobre las posibles respuestas.
Una pieza clave para el éxito es la autoconfianza. Una pieza clave para la autoconfianza es la preparación, Arthur Ashe.
- Si una entrevista no te salió como esperabas y no conseguiste el trabajo, no te preocupes pero evalúa cómo la hiciste. Identifica tus puntos fuertes y débiles, céntrate en que debes mejorar en futuras entrevistas, así sacarás el máximo provecho a esta experiencia y mejorarás la próxima vez.
- Ante preguntas impertinentes: 1) ¡Que no cunda el pánico! No te enfades, no respondas ni “te rebajes” con otras impertinencias, palabras soeces, insultos o alzando la voz. 2) Piensa con inteligencia y frialdad, mantén la calma, muestra buenas maneras, respeto e, incluso, una sonrisa. 3) No hay preguntas indiscretas sino respuestas inoportunas. Puedes salir del paso con respuestas como: “Creo que esa pregunta no es importante para el puesto a desempeñar en esta empresa,” “No creo que sea necesario realmente responder a esa pregunta, ¿verdad?”
- Ante preguntas inesperadas: 1) Repite la pregunta, te dará unos segundos extras para pensar la respuesta; 2) Responde con imaginación y creatividad; 3) No te preocupes en exceso, nadie espera que tengas todas las respuestas.