La obesidad en todo el mundo casi se ha triplicado desde 1975. 39 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso u obesidad en 2020, OMS.
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La relación entre la alimentación, la salud y el rendimiento académico y profesional está bastante infravalorada. Sin embargo, cómo comemos es un factor absolutamente esencial en tu bienestar, desempeño y productividad. Por ejemplo, si piensas seguir trabajando o estudiando después de comer procura que tu almuerzo sea bastante ligero.
¿Cuál es la “receta”?
Nuestra dieta debe ser lo más variada y equilibrada posible.
Precisas una dieta rica en frutas (manzanas, naranjas, plátanos, arándanos, etc.), verduras (brócoli, tomate, espinacas, zanahorias, etc.), legumbres (soja, lentejas, garbanzos, guisantes,…) y cereales (pan –No engorda tanto el pan como lo que le pones al bocadillo-, arroz, pastas, etc.) que te provea de los nutrientes necesarios, de las vitaminas, minerales y fibra que tu cuerpo tanto precisa.
Además, su consumo te protegerá de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y te ayudará a evitar el sobrepeso.
Modera la ingestión de sal, azúcar refinada, grasas saturadas (huevos, aceite de palma, mantequilla, queso) y ácidos transgrasos, es decir, evita la margarina, las comidas rápidas, productos procesados, precocinados u horneados comercialmente (donuts, bizcochos, galletas).
Bebe dos litros de agua diarios.