La Gran Depresión de 1929 en los Estados Unidos se utiliza como ejemplo de la rapidez con que una economía puede deteriorarse. Muchos consideramos que el colapso económico es inevitable debido a la sobrepoblación, la crisis demográfica con una población cada vez más envejecida que necesita apoyo social y sanitario, la escasez de ciertos recursos naturales, niveles insostenibles de deuda, políticas económicas inadecuadas, excesivo nivel de desempleo y el pico petróleo.
Que no te vendan que son ciclos económicos; que el dinero del rescate a las grandes corporaciones financieras es para revitalizar la economía (ellos reciben el dinero fresco, contante y sonante, nosotros y nuestros hijos e hijas los pagaremos con déficit estatal y políticas severas de ajuste); que es sostenible un crecimiento económico basado en consumo, por encima de nuestras posibilidades, y crédito; que imprimir o, siendo más técnicos, crear más dinero solucionará, como por arte de magia, los problemas económicos, etc. Por el contrario, creará más inflación y devaluará nuestro poder adquisitivo.
Los mercados financieros están conduciendo al mundo hacia otra Gran Depresión con consecuencias políticas incalculables. Las autoridades, especialmente en Europa, han perdido el control de la situación, George Soros.
Cuando la industria privada comete un error, se corrige y desaparece. Cuando los gobiernos cometen errores, se hacen más y más grandes, porque si se quedan sin dinero, solo tienen que pedir más y, en consecuencia, se ven recompensados por cometer errores. Eso es, exactamente, lo que estamos haciendo mediante la subvención de empresas que están fracasando. Tenemos un darwinismo inverso, hemos conseguido la supervivencia de los menos aptos. Las empresas e individuos que han cometido terribles errores están siendo recompensados y otras personas están siendo castigadas y se les exige pagar mayores impuestos, Peter Schiff.
El Colapso Económico es una bomba de relojería que hace “tic tac” y cuyo tiempo de expiración está cercano y parece acelerarse. Lo siento, pero lo considero casi una certeza matemática.
Déjame mostrarte algunos argumentos que refutan esta teoría:
La deuda global ha alcanzado otro nivel histórico subiendo a 247 billones en el primer trimestre de 2018. […] La relación deuda - producto interno bruto (PIB) ha superado el 318 por ciento […] La carga de una deuda sin precedentes es una de las preocupaciones de los inversores, además del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal y el impacto de la guerra comercial con China, Fuente: CNBC.
“Con grandes bancos cayendo como borrachos un sábado por la noche, los periódicos están llenos de explicaciones y argumentos. La etapa final se alcanza cuando los especuladores se abalanzan sobre las compañías más débiles y hacen una fortuna rematándolas con ventas a corto (short selling) […] Es un estado absolutamente lamentable cuando a los contribuyentes se les exige intervenir para salvar a los bancos. Los beneficios se privatizan pero las pérdidas están siendo nacionalizadas,” Is this the collapse of capitalism?, Derry Journal.