Los mercados financieros están conduciendo al mundo hacia otra Gran Depresión con consecuencias políticas incalculables. Las autoridades, especialmente en Europa, han perdido el control de la situación
Los mercados financieros, los medios de comunicación y las autoridades socio-políticas están conduciendo al mundo hacia otra Gran Depresión con consecuencias políticas y sociales incalculables. Hay medidas que puedes tomar para minimizar tu riesgo a nivel personal y acciones que debemos tomar a nivel comunitario.
Informarnos, analizar la situación, lo que está sucediendo en el mundo, no dejar que los medios de comunicación (telebasura, deportes, reality shows y prensa del corazón), las redes sociales (Facebook, Twitter o Instagram), y la propaganda política nos entretengan y distraigan de los asuntos verdaderamente importantes, de los problemas reales. Ellos nos presentan solo lo que les interesa, nos engañan y manipulan con una visión distorsionada de la realidad o, simplemente, con mucho ruido, pan y circo.
La televisión, esa bestia insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones de personas, mirándola fijamente todas las noches, esa sirena que les llama y les canta, que les promete tanto pero que, en realidad, les ofrece muy poco (Ray Bradbury)
Vive dentro de tus posibilidades, considera un estilo de vida más simplista o minimalista como positivo, saludable y razonable, lo cual no está en absoluto en contradicción con ser felices (ser feliz está asociado, una vez que las necesidades básicas están cubiertas, con una autoestima positiva y la calidad de nuestras relaciones interpersonales) y vivir la vida a tope. Paga siempre al contado, evita las tarjetas de crédito.
Elimina o, al menos, reduce, tanto como sea posible, la deuda personal: hipotecas, letras del coche, préstamos, etc. Antes de pedir dinero prestado reflexiona: ¿Realmente necesitas ese dinero? ¿Puedes esperar y ahorrar, usar algunos ahorros o pedir ese dinero a amigos o familiares?
Evita las inversiones con riesgo (fondos de inversión, acciones, etc.), las comisiones bancarias y no guardes todo tu dinero en un solo banco.
Compra oro y plata. Especialmente el oro es un recurso escaso y limitado, no se puede crear de la nada como se hace con el dinero fiduciario (se basa exclusivamente en la fe o confianza en el Estado pero no está respaldado por nada), goza desde tiempos inmemoriales de gran aceptación en las transacciones económicas, ha sido siempre considerado como un refugio seguro en tiempos de incertidumbre, crisis y depresión.
Mantén siempre disponible una cantidad en dinero líquido para poder sobrevivir, al menos, durante un par de semanas. En el caso de colapso económico, los bancos y los cajeros automáticos pueden estar fuera de servicio durante muchos días.
Si inviertes, hazlo con una visión y perspectiva a medio y largo plazo, en compañías sólidas, que suministran informes financieros claros y auditados, que ofrezcan bienes y servicios de valor claro, estable y contrastado, y una razonable o buena rentabilidad por dividendo.
También se van a presentar oportunidades para comprar activos sólidos y tangibles (bienes inmobiliarios, instalaciones de almacenamiento y empresas en dificultades) a precio de costo.
Estudia y prepárate para poder ofrecer bienes y servicios en demanda y obtener nuevas fuentes de ingreso. Considerar seriamente el autoempleo y la puesta en marcha de pequeñas empresas.
Algunos incluso abogan por huir de las grandes ciudades y de los posibles conflictos y revueltas que puedan suceder si los servicios mínimos (agua, electricidad, etc.) dejan de prestarse durante días o semanas o las tiendas cierran porque la moneda pierde su valor (hiperinflacción). Apuestan por la vida rural, vivir en zonas más despobladas, con acceso a agua potable, cultivar sus propios alimentos, poseer autogeneradores de energía, y protegerse (algunos consideran como un derecho fundamental el poseer armas para la defensa de su propia integridad, la de su familia, así como, de sus propiedades). Además, defienden como un modelo alternativo económico viable las pequeñas comunidades locales por su capacidad de brindarse ayuda, colaborar y auto-sostenerse.