Tú no eres tus resultados

Los hombres de la Tierra cultivan cinco mil rosas en el mismo jardín pero no encuentran lo que buscan," dijo el principito. “No, no lo encuentran,” reconocí. “Y sin embargo, lo que buscan está en una sola rosa o en un poco de agua […] Pero sus ojos están ciegos, hay que buscar con el corazón”, El Principito.

Una cosa es lo que tú eres y otra, bien distinta, los resultados que obtienes.

Si suspendes, no es que seas torpe o estúpido. Si fracasas en un proyecto, no eres un fracasado. Si has realizado algo mal, no es que seas mala persona o un hijo de p^*!@. Puede ser que hoy hayas tenido un mal día, quizás hayas cometido un error o metido la pata hasta el fondo, no has puesto toda la carne en el asador, otros han estado mucho más inspirados que tú, no has pensado en las consecuencias de tus acciones, etc.

Un fracaso no siempre es un error, puede ser simplemente lo mejor que uno puede hacer en unas circunstancias determinadas. El verdadero error es dejar de intentarlo,B. F. Skinner.

Hagas lo que hagas, no dejes que nadie te engañe. Tus resultados no están siempre directamente relacionados con tu esfuerzo ni son completamente controlados por ti.

Por supuesto, no debes esconderte detrás de mil y una excusas e historias sobre por qué no funcionó, sino aceptar la responsabilidad de los resultados que obtienes en la vida porque es probable que estén relacionados con la calidad de tu esfuerzo. Por lo tanto, debes observar y analizar las consecuencias de tus acciones y tomar medidas para aprender, crecer y así alcanzar el éxito.

No hay secretos para el éxito, este se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso, Colin Powell.

El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal: lo que cuenta es tener el coraje para continuar, Winston Churchill.

Sin embargo, ¡ojo!, no pongas nunca la felicidad en los resultados o serás otro infeliz más. La felicidad es una opción activa, una decisión personal y continua en el camino de la vida, no un resultado puntual, llegar a una determinada meta o cima.

Ser feliz es algo que cada uno de nosotros determina, no es algo que encontremos fuera de nosotros mismos, sino que está dentro de nosotros; es nuestra elección, Catherine Pulsifer.

Aunque obtengas ese trabajo ideal, después de un tiempo comprobarás que todo no es tan perfecto. Más pronto que tarde, seguramente descubrirás que ese trabajo tranquilo se convierte en monotonía, en un tedio que aburre a los muertos y estás siempre soñando con el fin de semana. O, quizás, lo opuesto sucede, la excitación inicial y el desafío profesional se convierten en estrés y preocupaciones; además, conforme tu salud se deteriora con la edad y las responsabilidades aumentan, más difícil te resulta mantener el ritmo y sobrellevar las demandas de tu puesto.

Puede que te cases con una mujer con cuerpo de modelo o actriz de cine; sin embargo, el paso de los años se cebará con su belleza como la flor se marchita al final del verano. En realidad, el sexo está sobrevalorado en nuestra cultura materialista y hedonista, el sexo sin amor no nos proporciona verdadera felicidad, solo una satisfacción momentánea.

El amor nos hace felices. El amor no es sexo, se trata de estar con alguien que te hace feliz y sentir como ninguna otra persona puede, alguien que se preocupa sinceramente por ti, que te escucha, te da su tiempo generosamente, sin prisas y que estará siempre a tu lado.

La felicidad está en nosotros mismos, en aceptarnos tal como somos y con lo que tenemos, en ser íntegros, amables y generosos, en disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas, en la calidad de las relaciones que establecemos, en ser feliz en el camino para llegar hasta nuestras metas más que en llegar a una determinada cima u objetivo.