El destino es un maricón, una perra despiadada, una puta sin escrúpulos ni miramientos, Anawim, #justtothepoint.
El destino no es una cuestión de casualidad sino de elección. No es algo que haya que esperar, sino algo que hay que alcanzar, William Jennings Bryan.
Efectivamente, la vida no es sencilla, ni es justa ni, quizás, tenga mucho sentido. La vida, simplemente, pasa. Aunque te sientas seguro en tu vida ordenada y súper organizada, no te hagas demasiadas ilusiones, el caos está acechando a la vuelta de la esquina, esperando codiciosamente su oportunidad para darte una hostia con una dosis de realidad. Más temprano que tarde te encontrarás con un evento dramático: un accidente, una enfermedad, la muerte de un ser querido, la pérdida de tu puesto de trabajo, ser la víctima de violencia o de un desastre natural, etc.
La pregunta clave es, ¿Qué piensas hacer al respecto? Aquí te planteo algunas ideas y sugerencias:
Ante tiempos de dificultades y adversidades lo más importante es no engañarse, no negar la realidad, ni lamentar el hecho de que la forma en que piensas que debería ser la vida no es cómo realmente es. La vida es dura, llena de problemas, dificultades e incertidumbres.
No hay mejor ejemplo que el ex-presidente Zapatero para entender qué significa negar tercamente la realidad con su análisis respecto a nuestra ¿crisis?: “término opinable”, “dificultades”, “periodo de dificultades objetivas”, “falacia”, “puro catastrofismo”, “desaceleración transitoria ahora más intensa”, etc.
Abraza el cambio, no importa lo que sea; una vez que lo hagas, puedes aprender sobre el nuevo mundo en el que estás y tomar ventaja de él, Nikki Giovanni.
En la soberbia obra “¿Quién me ha robado mi queso?”, de Spencer Johnson, se muestra como cuatro ratones, en un laberinto, buscan ansiosos el queso que los alimente y los haga plenamente dichosos. Por fin, encuentran una estancia repleta de queso y la convierten en su hogar. Se sienten seguros y contentos: “tener queso te hace feliz”. Sin embargo, el queso, muy a su pesar, se les acabará.
¿Qué hacer ante el cambio? El propio autor nos da la respuesta:
Acepta el cambio: “el queso está siempre moviéndose”. El cambio es absolutamente irremediable, no hay nada que podamos hacer al respecto. Nada permanece igual, incluso si estás parado en el mismo lugar.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, Joan Manuel Serrat.
Está atento a los posibles signos del cambio: “Olfatea el queso con frecuencia para saber cuándo se está enmoheciendo”. ¡No seas perezoso!, vive atento y en alerta a tu entorno. Cuanto antes seas capaz de descubrir los cambios mejor, más tiempo y posibilidades tendrás para adaptarte y tener éxito.
Abraza el cambio: “La vida sigue adelante y nosotros debemos hacer lo mismo”, “¿Qué harías si no tuvieras miedo?” Aquello en lo que sueñas o de lo que tienes miedo, nunca es tan bueno o malo como lo que uno se imagina.
La realidad es algo intermedio, no es blanca ni negra, sino de diferentes tonalidades de grises y el éxito o el fracaso depende en gran medida de tu actitud ante el cambio, de cómo reacciones emocionalmente a la nueva realidad.
El temor que se acumula en la mente es mucho peor que la situación que existe en la realidad. Cuanto más rápidamente te olvides del queso viejo, antes encontrarás el nuevo, ¿Quién me ha robado mi queso?", de Spencer Johnson
Disfruta la vida: “Cuando dejas de tener miedo, te sientes bien”, “Mira lo que estás haciendo mal, ríete de ello, cambia y hazlo mejor”, “Saborea la aventura y disfruta del nuevo queso”. El cambio, la nueva realidad no solo hay que aceptarla e integrarla, también podemos aprovechar las nuevas posibilidades y oportunidades que nos ofrece para aprender, crecer, recrear nuestra vida y ser felices.