El secreto de la vida está en adaptarse.

No hay que tener en cuenta el pasado de los hombres. Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será. Miguel de Unamuno.

Hay dos ideas claves que conviene considerar.

• La primera es que el pasado no existe, que nunca es tarde para volver a empezar, disfrutar, aprender, establecer nuevas relaciones e, incluso, recrear una nueva vida.

El ayer se fue y no volverá. El mañana aún no ha llegado; la vida es tan frágil que no puedes estar nunca seguro que lo vivirás. Solo tenemos el “hoy”. ¡El futuro depende de lo que hagas hoy, aquí y ahora! Aprovecha al máximo el día de hoy. Haz del hoy una obra maestra, una obra de arte.

No permitas que los problemas, el dolor o tus errores pasados impidan o te roben el regalo de aprender de tus errores, crecer y vivir el hoy a tope.

• Sin embargo, a medida que envejezcas no pretendas hacer lo mismo o del mismo modo que cuando eras joven. Es posible que ya no sea posible vivir como solías hacerlo. Habrá cambios significativos en tu salud, circunstancias de la vida e ingresos.

Acepta y celebra cada etapa de la vida con sus ventajas e inconvenientes. Se feliz con lo que tienes y con lo que eres, en el aquí y ahora, vive y adáptate a tus circunstancias y a los nuevos tiempos. “Donde fuiste feliz no debieras tratar de volver”, dirá Joaquín Sabina.

Antes de estar paralizado había 10.000 cosas que podía hacer. Ahora hay 9.000. Yo puedo estar lamentándome todo el rato de las 1.000 que ya no podré hacer más o centrarme en las 9.000 que todavía puedo, W. Mitchell.

Serás feliz si aprendes a vivir cada momento de tu vida con alegría, con sus posibilidades y limitaciones; apreciando sus beneficios; abrazando tu realidad; aceptando sus desafíos y restricciones; disfrutando, a tope, cada momento y saboreando las pequeñas cosas de la vida; y desarrollando disciplina, coraje y fortaleza para ir más allá de tus límites y crecer.