Cultiva el crecimiento personal, la autorrealización.

Cada persona que ha tenido éxito que he conocido me dijo: mi vida cambió cuando empecé a creer en mí, Robert H. Schuller.

Trata de aprender cada día algo nuevo, adquirir una nueva competencia o habilidad, así como, procura soñar, mejorar y crecer todos los días.

Nunca dejes de soñar. Nunca dejes de creer. Nunca te rindas. Nunca dejes de intentarlo y nunca dejes de aprender, Roy T. Bennett.

No dejes nunca de cultivarte, no te estanques diciendo o pensando: ya he llegado a mi tope, no tengo remedio, no tengo fuerza de voluntad o ya soy muy viejo para cambiar. Tú y los que te rodean os merecéis mucho más que eso. Os merecéis que intentes mejorar y superarte siempre, mientras vivas. Ante cualquier eventualidad que se nos presente, sea lo que sea, siempre tenemos una opción.

Nunca es tarde, no te rindas ni abandones, no pares, sigue adelante, no importa cuales creas que sean tus limitaciones, casi siempre están en tu mente y puedes crecer y superarlas, siempre hay una alternativa. Mantente fuerte y positivo, no dejes de soñar, inténtalo de nuevo, levántate y lucha por tus sueños, vocación o pasión, #justtothepoint, Anawim.

Si no crees en ti mismo, si te boicoteas, si echas tierra sobre tu propio tejado, ¿quién apostará por ti? En esta línea Anthony Robbins afirmará: “Hay un poderoso motor dentro de cada ser humano que, una vez liberado, puede hacer realidad cualquier sueño, visión o deseo.” Del mimo autor es la cita: “La vida te pagará cualquier precio que le pidas."

Sin embargo, hay un pequeño detalle: ¿Sabes realmente cual es ese sueño, ese deseo que ciertamente te inspira, te emociona y mueve a seguir adelante a pesar de los obstáculos? Estoy hablando de tus deseos profundos y auténticos, tu verdadera pasión o vocación No vale decir vagas generalidades como quiero ser rico, tener éxito o ser famoso. Debes ser específico (“qué”) y tener ciertos límite temporales (“cuándo”).

Necesitas los siguientes ingredientes:

1. ¿Qué? Saber exactamente lo que quieres. Debes concretar y definir lo que realmente quieres, aquello que te ilumina, da significado y propósito a tu vida y enciende tu pasión, lo que te motiva a seguir adelante cuando todo parece derrumbarse a tu alrededor, que te inspira a crecer y mejorar. Entonces y, solo entonces, todo tu ser y los que te rodean buscaréis cómo conseguirlo, encontraréis el cómo, os centrareis en hacer ese sueño, una realidad tangible.

   

2. ¿Por qué? Escrudiña las razones detrás de tus sueños: ser capaz de vivir dignamente y sostener a tu familia, un sentido de propósito y significado, obediencia sumisa a tus padres, permitirte una vida consumista o rodeada de lujo, fama, aparentar, deseo de ser valorado, etc. Si estas razones no son lo suficientemente importantes y significativas, quizás nunca llegues a alcanzar tus metas porque no vas a estar tan centrado y comprometido como tienes que estarlo para hacerlas realidad.

   

3. Aprender a pedir ayuda y a comunicarte eficazmente. Una comunicación efectiva es una de las claves para el éxito en la vida personal, académica, profesional y en las relaciones personales y románticas.

   

4. ¿Cuándo y cómo? Convierte tus sueños en realidad a través de objetivos más específicos, a medio y corto plazo, tareas concretas (te supondrán esfuerzo pero deben ser realistas, caer dentro de tus posibilidades, límites y competencias), hitos y fechas límites. Las tareas deben estar claramente definidas, ser evaluables y poder ser realizadas en un plazo razonable.

5. No permitas que la fuerza se te vaya por la boca. ¡Hazlo! Trabaja duro con alegría, constancia, determinación inquebrantable, y resiliencia. ¡No dejes pasar ni un día en el que no hagas algo en la dirección de tu meta! Dadlo todo, permanece siempre positivo y centrado en tu sueño y visión.

   

6. Inspírate: para ello utiliza libros, páginas web y vídeos de auto-ayuda como los que puedes disponer gratuitamente en TED Talks; medita, reflexiona o reza sobre tus metas, objetivos y acciones; come sano, duerme lo suficiente, haz ejercicio y vive activamente; practica más, intenta ser más productivo, delegando y automatizando ciertas tareas; asiste a conferencias de autoayuda y crecimiento personal; busca un mentor, etc.