¿Por qué la educación es tan importante?

Hay una razón por la cual la educación apesta, y es la misma razón por la cual nunca jamás se va arreglar. ¡No va a mejorar! Sé feliz con lo que tienes… Se debe a que los dueños de este país no quieren eso. Y estoy hablando de los verdaderos dueños. Las grandes y ricas corporaciones, las élites que controlan las cosas y toman todas las decisiones importantes. Olvídate de los políticos. Los políticos están puestos allí para darte la idea de que tienes libertad de elección. ¡No, no la tenemos! Tenemos dueños, ellos nos poseen. Ellos son dueños de todo.

Tienen el Senado, el Congreso, los ayuntamientos. Tienen los jueces en sus bolsillos y poseen todos los grandes medios de comunicación, por lo que controlan casi todas las noticias y la información que recibimos. Te tienen agarrado por las pelotas. Se gastan miles de millones para influenciar y ejercer presión para conseguir lo que quieren. Bueno, ya sabemos lo que quieren. Ellos quieren más para ellos y menos para todos los demás. Pero te voy a decir lo que no quieren. No quieren una población de ciudadanos capaces de pensar con sentido crítico. No quieren personas bien informadas y bien educadas capaces de pensar críticamente. No están interesados ​​en eso. Eso no les ayuda. Eso va en contra de sus intereses, George Carlin.

Es imprescindible reconocer la importancia y transcendencia de una buena educación en nuestras vidas. Una buena educación es la inversión más rentable que puedes realizar. Es una de los pilares fundamentales para una vida más plena, satisfactoria, y próspera.

Nos ofrece nuevas perspectivas y amplia nuestros horizontes. Posibilita y favorece la confianza en nosotros mismos, en nuestras posibilidades y nos permite lograr la necesaria independencia y autonomía basada en la competencia personal y profesional. Es decir, nos permite adquirir las competencias y destrezas necesarias, construir una autoestima positiva y realista y conseguir la necesaria independencia para poder desempeñar un puesto de trabajo de forma eficaz. Nos empodera para llegar más allá de lo que, quizás, pensábamos que fuera posible, más allá de nuestra zona de confort.

La educación es imprescindible para acceder a trabajos estables, altamente cualificados y bien remunerados y para evitar trabajos sin salida, relaciones emocionalmente abusivas o ciertos problemas de salud.Las personas con una buena educación tienen más probabilidades de disfrutar de una vida mejor, más sana y longeva.

Sin embargo, la educación no es un diploma universitario, sino un proceso. Es un compromiso de por vida con el aprendizaje, el éxito y el crecimiento personal. Es la voluntad de crecer más allá de nuestras zonas de confort y fomentar la creatividad, la curiosidad y el pensamiento crítico. Es una pasión por la resolución de problemas y la continúa evolución y mejora de nuestros conocimientos, competencias y destrezas.

Desafortunadamente, muchos de los llamados expertos a menudo afirman que un título universitario aumenta significativamente las ganancias salariales y las perspectivas laborales. Esta es una mentira bien grande, gorda y fea. Hay muchos títulos universitarios bastante inútiles (por ejemplo, Antropología y Arqueología, Historia del Arte, Biblioteconomía, Escritura Creativa, Psicología, Filosofía, Ciencias del Ejercicio, Hostelería y Turismo, Arte culinario, dramático o artes visuales, Dirección de Empresas) que se ofrecen a los estudiantes a un costo altísimo y, sin embargo, con poco o ningún valor en términos de salidas laborales y satisfacción laboral.

En resumen, la educación es una de las claves del éxito.

Además, la educación es una de las herramientas más efectivas para corregir la desigualdad de oportunidades y combatir la apatía personal y social. Es el único modo de crear ciudadanos capaces de discernir y razonar, personas responsables y críticas que puedan cambiar la sociedad y hacerla más justa y solidaria, así como, conseguir que nuestro modo de vivir y modelo de crecimiento económico sean más sostenibles.